domingo, 19 de abril de 2009

El Huevo Kinder...


El otro día unos conocidos trajeron a casa huevos kinder.
Qué buena idea la de los kinder, qué bien aguantan los años y qué ricos están. Sin embargo, algo ha cambiado en los huevos y es que la cáscara es de una pieza entera, no como antes, que se partía en dos mitades.
Es mucho más fácil de abrir, no te tienes que dejar los dedos presionando, ni arriesgarte a que al metértelo en la boca la succión haga que la pieza se te quede en la garganta. Eso sí que sería una sorpresa: morir atragantado por un huevo sorpresa.
Me acuerdo del anuncio en que salía aquel niño rubio, con una sonrisa de haberse fumado algo, y le pedía a su madre tres cosas: algo divertido, un juguete y chocolate. Y la madre, que era una bruja desconsiderada le decía: “¡Pero eso son tres cosas en una! Es imposible”. Menuda madre, que tampoco pillaba una, la laca del pelo se le debía haber subido a la cabeza… Pero finalmente la madre recuperaba el flujo sanguíneo en el cerebro , se acordaba de que los kinder existen y le traía uno a su hijo histriónico, que por fin conseguía tres deseos en uno...


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