domingo, 28 de junio de 2009

El Aparato Serebral!


Existe un libro de Eduardo Punset, en el cual leí una reflexión sobre el deseo muy curiosa. El libro se llama "El alma está en el cerebro" y a continuación os muestro un pequeño fragmento del susodicho libro.

"El deseo nos saca de nosotros mismos, nos desubica, nos dispara y proyecta, nos vuelve excesivos, hace que vivamos en la improvisación, el desorden y el capricho, máximas expresiones de la libertad llevada al paroxismo. El deseo reivindica la vida, el placer, la autorrealización, la libertad.

Unos planifican su vida, mientras que otros la viven al ritmo que les marca el deseo. El deseo de vivir y de hacerlo a su manera. Por eso sus autobiografías son más descriptivas que explicativas, pues sus vidas no tanto se deben a los resultados u objetivos cumplidos, sino al sentido inherente al mismo proceso de vivir. Y este proceso, de uno u otro modo, lo establece siempre el deseo.

Si bien el deseo rebosa incertidumbre acerca del itinerario, a muchas personas les garantiza la seguridad en cuanto a los pasos dados. Bien entendido que el deseo no es una voz oscura, confusa y estúpida, sino que – en una persona madura – es luminosa, clara e inteligente. Las emociones están en la base de los deseos y de la inteligencia se dice que es emocional. Visto de este modo, el deseo se convierte en el portavoz de uno mismo."


Muchas veces pienso sobre el tipo de vida que solemos llevar todos hoy en día. En mi opinión nos comportamos como seres exclusivamente racionales, sin pararnos a pensar en que también tenemos instintos primarios, intentando casi siempre reprimir estos deseos que nacen en nuestro interior para así no decepcionar a todos aquellos que nos rodean o porque simplemente no es correcto en ese momento...

Pues bien, como dicen, el deseo es energía es sí mismo, no es posible intentar reprimirlo o modificarlo para que se ajuste a nuestra realidad o bien, a lo que nuestra razón nos indica que debe ser. Cualquier esfuerzo que hagamos para coartar la energía del deseo provocará en nosotros conflictos interiores a los que seguramente no seremos capaces de enfrentarnos y nos provocaran infelicidad, miedo, odio.
Fomentando el desarrollo de este tipo de sentimientos es muy difícil que el ser humano avance hasta una fase más espiritual de su existencia.

Desde hace un tiempo nos encontramos anclados en un tipo de sociedad que nos moldea según sus prioridades cuyo último fin es el consumismo y la creación de grandes fortunas. La mayoría de los individuos aceptamos someternos a esta esclavitud a costa de reprimir nuestras ilusiones, a costa de renunciar a nuestra felicidad.
Mi pregunta es...¿Por qué no decir basta?...

Buenas noches mis pequeños saltamontes jajajaja

5 comentarios:

  1. maestro no te rayes el cerebro, que despues hay que pulirlo, y siempre algo de la corteza se pierde en la lima del dos.

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  2. Pues a mi no me importaría tener algún que otro milloncillo oye que la cosa está muy mala y las hipotecas muy caras!me gusta desear y ser objeto de deseo,que hay de malo en eso?

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  3. y a mi tampoco me importaría tenerlos...pero no es lo que verdaderamente deseo en esta vida, sería feliz a la hora de pensar que no estoy atado a ningún tipo de gasto bancario y tal..pero no me sentiría lleno en absoluto. Mucas gracias por los comentarios!

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