viernes, 12 de junio de 2009

Éramos tres, Victoria, Soledad y yo!


Esto puede estar escrito para aquellos que durante años se sintieron solos, que más da donde, (en el colegio, en el trabajo o en tu propia casa).

No te importaba con quién estuvieras, ya que había momentos en los cuales te embargaba una soledad tan inmensa y un vacío tan pesado que hasta te creaba una cierta ansiedad.

Mucha gente piensa que esta situación no tiene salida y que no hay nada que hacer, pero lo cierto es que cada uno de nosotros tenemos dentro todo lo necesario para disfrutar cada día de tu vida, ya que somos seres suficientes.
Desde siempre, el sentimiento de soledad ha sido una constante en la vida de muchas personas, y aunque estemos permanentemente ocupados en nuestros trabajos, la familia e incluso muchas veces llenando nuestro tiempo con cosas imaginarias (como por ejemplo pensar en ese futuro tan incierto que nos espera) nos sentimos vacíos con frecuencia.

Tratamos de no tener ni un minuto libre durante el día y de caer rendidos por la noche para así no enfrentarnos a nuestras emociones y a nuestra propia intimidad. Ahora pregunto yo: ¿Qué pasaría si lográramos enfrentarnos a ellas?, seguramente que descubriríamos muchas cosas, incluso las cosas que tememos.
Normalmente la impresión de estar solos, suele ir acompañada de una certeza infundada de no pertenecer al lugar en el que estamos, o de que no nos quieren allí o vete tu a saber. Lo que deja entrever un nivel bajo de autoestima (muchas veces mi caso), generado por alguna situación real o imaginaria del pasado.
Como dijo la Madre Teresa de Calcuta, “La soledad y la sensación de no sentirse querido son la pobreza más grande”.

Para mí, uno de los mayores errores que tenemos es pensar que si por vivir cada día al máximo, llenos de ocupaciones, la sensación de soledad va a desaparecer como por arte de magia, no estamos haciendo lo correcto, y tampoco rodeándonos de gente evitamos muchas veces estar solos. Si hay un tema personal inconcluso que está pidiendo a gritos que lo enfrentemos, y por eso perturba nuestra tranquilidad, va a seguir haciéndose notar hasta que le ofrezcamos unos momentos de nuestro tiempo para que salga a la superficie. Si decidimos seguir dejándolo en la oscuridad va a continuar provocando angustia y desajustes hasta que aflore de una manera que no es la adecuada, y siempre hablo con la voz de la experiencia jaja.

Como dije antes, el ser humano es un ser suficiente, es decir que, cuando nos sentimos profundamente solor en la intimidad de nuestro ser, y suponemos que no contaremos con la entereza interna para convivir con lo que provoca ese vacío, puedo pensar que sí que podemos ya que somos seres suficientes con un potencial a desarrollar esperando ser descubierto. Tenemos dentro de nosotros todos los recursos necesarios para dar la cara a las situaciones que se nos presenten, o que se nos presentaron. Podemos gozar de una vida equilibrada y satisfactoria, sin la necesidad de caer en conductas indeseables que hasta ahora hemos asumido como propias, aunque yo muchas veces no la lleve a cabo.

Por último decir que si la persona que sienta esto, dedicara unos minutos a reencontrarse con esa soledad que le perturba bastará para encauzarla de otro modo. Siempre vale la pena afrontar ese vacío interno una sola vez, para darnos cuenta que sí podemos convivir con él, a la vez que lo tratamos.
No permitas que nadie te menosprecie, ni en persona ni mediante el recuerdo de lo que te han dicho. Trata de cambiar esas palabras dentro de tu mente una sola vez y verás cómo te sientes. La idea es que asumas esta actitud cada vez que se te presente una situación similar. Ponte en tercera posición las primeras veces, si lo consideras necesario, hasta que te acostumbres al mecanismo y se transforme en una competencia inconsciente.

Hay una gran frase que nos dice: "No abandones un sueño por el tiempo que llevará, ya que el tiempo pasará igual..."

Buena suerte y hasta luego!

3 comentarios:

  1. pues es una gran frase.
    Con lo bien que se está en esos momentitos en donde no se hace nada,o se lo dedicas a tu pareja,a tu perro,a quien sea...un beso

    ResponderEliminar
  2. Lo importante es dedicarlo a algo provechoso..jeje, saludos!

    ResponderEliminar